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MARKETING OLFATIVO. ¿A QUÉ HUELE TU EMPRESA?

MARKETING OLFATIVO. ¿A QUÉ HUELE TU EMPRESA?
30 Oct

De nuestro pasado animal nos quedan bastantes más rastros de los que pensamos. Uno de ellos, poco conocido, es la memoria olfativa. Varios estudios revelan que, de entre todos los estímulos que recibimos a través de los sentidos, recordamos más lo que nos llega a través del olfato. Y de esta memoria, entre otras habilidades, ha dependido la supervivencia de nuestra especie.

Algunas investigaciones, como la realizada por la Universidad de Rockefelller, revelan que las personas son capaces de recordar el 5% de lo que ven, el 2% de lo que oyen y el 1% de lo que tocan. Sin embargo, cuando se trata de la memoria relacionada con el olfato, el porcentaje se dispara hasta el 35%.Increíble, ¿verdad?

De modo que ahí tenemos un dato al que sin duda deberíamos sacarle provecho en términos empresariales. También Martin Lindstrom, corrobora en su libro Brand Sense, la incidencia del olfato en la formación de nuestras emociones y asegura en sus páginas que el olfato influye en el 75% de nuestras emociones cotidianas.

El uso más habitual es aquel que pretende conseguir un efecto determinado en el cliente: relajante, calmante, excitante o refrescante… utilizando unas u otras fragancias, en función del tipo de negocio. Las más habituales son:

Tiendas de ropa: Vainilla, considerado muy femenino, o algodón recién lavado.

Zapaterías: Cuero, transmite calidad y elegancia clásica.

Bricolaje: Césped recién cortado.

Farmacias y clínicas: Polvos de talco, sugieren los cuidados maternos.

Decoración: Chocolate, galletas o pastel de manzana, que evocan el hogar.

Tiendas para niños: Chicle o colonia infantil.

Vinotecas o bodegas: Madera de roble, tierra mojada.

Comida rápida: Chocolate con naranja, hierbabuena.

Panaderías y pastelerías: Chocolate con naranja, vainilla.

Efectos de ciertos aromas sobre los clientes.

No siempre es fácil encontrar alguno de los aromas citados anteriormente. En este caso, o en caso de duda, se puede recurrir a aromas puros, más fáciles de conseguir, y seleccionarlos por el tipo de efectos que se quiera provocar. Algunos de los más conocidos son:

Limón: transmite limpieza y frescura, también reduce el estrés.

Naranja: se considera antidepresiva.

Mandarina: calmante y sedante.

Lavanda: tiene un efecto tranquilizador, sedante. Recomendable para rebajar el nerviosismo y la depresión.

Pino: refrescante y desodorante. Genera sensación de bienestar. Energizante.

Canela: es un estimulante mental, reduce la fatiga.

Tomillo: energizante.

Romero: refrescante y desodorante. Estimulante, por ello es recomendable vitar su uso en la noche.

Cedro: elimina el estrés.

Enebro: facilita la concentración y alivia el cansancio.

Pimienta negra: estimulante.

Geranio: antidepresivo. Estabilizador emocional.

Menta: estimulante de la actividad cerebral y facilitador de la concentración.

Manzanilla: efectos calmantes físicos y mentales.

Vainilla: reduce el estrés.

Hoy en día existen muchas empresas especializadas en la venta de ambientadores para negocios. Déjate asesorar por los profesionales que trabajan en ellas ya que son especialistas que tratan de personalizar al máximo la elección de cada aroma buscando el que mejor se adapta a cada espacio en función de los servicios que ofrece y de lo que quiere transmitir.

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